La “Chevy Oca Violeta”, fue uno de los autos más aplaudidos en las pistas del TC, alcanzando triunfos en los siguientes lugares: Bolivar (1994), Campo de Mayo (1994), Autódromo de Buenos Aires (1994), Autódromo de Río Cuarto (1995), Rafaela Especial 2 Pilotos (1995), Buenos Aires especial 2 Pilotos (1995), Autódromo Nueve de Julio (1995), Autódromo de Buenos Aires (1995), Autódromo de Buenos Aires (1996), Autódromo de Buenos Aires (1997), Autódromo de Paraná (1997).
Juan María Traverso (28 de diciembre de 1950, Ramallo, Provincia de Buenos Aires), el ex piloto argentino es uno de los mayores referentes del automovilismo argentino de los últimos cincuenta años, habiendo ganado 16 campeonatos nacionales en toda su trayectoria. Logró seis títulos y 46 victorias en el Turismo Carretera, siete títulos y 68 victorias en el Turismo Competición 2000.
Apodado como “el Flaco”, obtuvo en su extensa trayectoria 155 triunfos, lo que representa una victoria por cada cinco carreras corridas. Es el único piloto argentino que obtuvo campeonatos en cuatro décadas distintas.
En el año 2000 recibió el Premio Konex de Platino como el mejor automovilista de la década en
la Argentina.
¿Cómo llega al museo del Turismo Carretera?
En el proceso de una exposición del Autódromo Mouras, donde desfilaron aproximadamente 11 autos, se acerca el señor Alejandro Massa a hablar con el señor Hugo Mazzacane y le comenta que él tenía el auto tricampeón de Juan María Traverso. Acota “cuando quieras te lo traigo para que gire”, sin embargo Hugo le comenta que su idea es que el museo solo contenga autos propios (haciendo referencia a los autos que pertenecen al Museo del Turismo Carretera) y tomándolo por sorpresa, el señor responde “yo te doy el mío”. Hugo no entendía a que se refería exactamente y acordaron hablar más tarde.
Pasados aproximadamente 6 meses, a la salida de un hotel, se encuentran nuevamente y en este momento es cuando el propietario del “Oca Violeta” decide dársela a Hugo para el Museo del Turismo Carretera, pero Hugo exigía un boleto de compra venta (como amparo).
Deciden encontrarse en una escribanía, el señor Massa le pide que ponga un peso de valor en el recibo de compra venta, de modo simbólico; ya que su idea era donar el auto al Museo del Turismo Carretera. La escribana sorprendida, los mira esperando que se retracte de una supuesta confusión, pero no fue así, ya que no se trataba de ninguna confusión. Hugo saca dos pesos (literalmente) y paga.
De esta manera la Coupe Chevi paso a formar parte de la muestra permanente del museo del turismo de carretera.
Mirá la Chevy violeta en las pistas del TC: