OSVALDO EDUARDO MORRESI

Su carrera se iniciaría en el año 1972, incursionando en el ambiente del karting, donde compitió hasta el año 1974. Ese año, sería convocado por el equipo de Víctor Guzzo, quien había adquirido un Fiat 128 IAVA cero kilómetro, para competir en la Clase B del Turismo Nacional. Su primera presentación, tuvo lugar en el año 1974, competiendo con el número 311 en el Gran Premio. Fue su debut en el automovilismo profesional.

Su debut oficial se dió en diciembre del año 1975, en el Gran Premio de Mendoza del Turismo Nacional de Pista, siempre al comando de su Fiat 128. Fue debut con abandono. Sin embargo, nada detendría al joven Morresi, quien con la preparación de Rafael Balestrini en el motor y la atención de Mario Márquez en el chasis, participaría hasta el año 1982. Su mejor año en este período, lo tuvo sin lugar a dudas en 1978, cuando luego de haber obtenido 4 victorias, conquistó su único título de automovilismo a nivel nacional. Ese año, se llevó las competencias de Buenos Aires, Bahía Blanca, Las Flores y la competencia de las 24 horas de Buenos Aires, en dupla con Jorge Guiral. En total, disputó 49 competencias en el Turismo Nacional, con 4 victorias y 12 podios, entre 1975 y 1982.

Tras competir en esta categoría, vendría un parate de dos años, hasta que en 1984 le llegaría su oportunidad de debutar en la máxima categoría argentina, el Turismo Carretera, al ser convocado por el Equipo Supertap. Fue así, que el 8 de abril de 1984, en el Autódromo Oscar Alfredo Gálvez, donde se disputó una competencia para pilotos debutantes y no ganadores. Por muy poco, perdió el triunfo frente a Gustavo Degliantoni, pero su segunda posición lo habilitaría a seguir compitiendo para el resto del año.

Su primera carrera oficial dentro del TC, tuvo lugar en la fecha siguiente a su debut, el 29 de abril de 1984 en la Vuelta de Tandil, donde se presentaría nuevamente al comando del Chevrolet Chevy del equipo Supertap, registrando un abandono. Con el equipo Supertap, competiría en los años siguientes, hasta llegar al año 1986, donde el 4 de mayo de ese año, conseguiría el primero de sus 8 triunfos en el TC. Tal triunfo, lo conseguiría en el Circuito Semipermanente de Tandil, logrando también en esa temporada 3 podios, lo que lo terminaría de colocar en la pelea por el campeonato, del cual finalizaría en la cuarta colocación.

A pesar de haber culminado en la cuarta colocación, en 1987 cambiaría de aires al pasarse a la escudería de Emilio Satriano. Los resultados obtenidos no son del todo satisfactorios, por lo que en 1988 decide cambiar nuevamente de equipo, pasando a recibir la atención de Jorge Pedersoli y formando dupla nada más ni nada menos que con Roberto Mouras. A pesar de una leve mejoría en su performance, nuevamente apostaría al cambio en 1989 al adquirir los servicios de Omar Wilke. Bajo esta estructura, Morresi conseguiría estabilizarse, logrando cerrar el campeonato del ’89 en la décima colocación.

En 1990 y siempre con Wilke en la atención de su unidad, Morresi comenzaría a forjar su figura dentro del TC, como constante candidato a la lucha por el cetro, logrando volver a la victoria el 20 de mayo de 1990, en el Autódromo Oscar Alfredo Gálvez, retornando al triunfo luego de 4 años. Ese año comenzaría a asomar peleando el título entre los grandes del TC de ese entonces, como Oscar Castellano y sus ex-compañeros Roberto Mouras y Emilio Satriano, campeón de esa temporada. También empezó a ser identificado dentro de la categoría, gracias a su recordada Chevy azul, auspiciada por la petrolera YPF.

En 1991, desarrollaría su mejor año en la categoría, al alcanzar 3 victorias en el año, dos en el Circuito Semipermanente de La Plata y la restante en la Zárate-Campana. Asimismo, enlazaría 6 podios, sin embargo todos estos resultados no alcanzarían para consagrarse, culminando el torneo en la tercera colocación, por detrás de Oscar Castellano y el eventual campeón Oscar Aventín.

En 1992, inicia su último año con la preparación de Wilke. A diferencia de otros años, esta vez no tuvo armas como para estar en la conversación por la corona, alcanzando el triunfo en el Autódromo de Allen y cosechando tres podios, que sólo le alcanzarían para culminar en el décimo lugar. Este año sería un año negro, tanto para la marca Chevrolet como para sus seguidores, ya que el 22 de noviembre de 1992, durante la disputa de la competencia en el semipermanente de Lobos, perdería la vida en un brutal accidente Roberto Mouras, máximo referente de la marca y amigo de Morresi.

La muerte de Mouras calaría hondo en los hinchas, al punto tal de que Morresi tomaría definitivamente las riendas de la representación de la marca, para la temporada 1993. Como muestra de apoyo a Jorge Pedersoli, volvería a requerir de sus servicios para esta temporada, intentando alcanzar el objetivo que en su momento buscara Mouras y que quedara trunco a causa de su muerte. Antes de competir en el TC, este año formaría parte de una delegación argentina que compitiera en las 24 hs de Daytona, en los Estados Unidos. Allí, tomaría parte junto a un selecto grupo de pilotos integrado por Oscar Aventín, Juan Manuel Landa y Osvaldo López. La tripulación, al comando del Oldsmobile Cutlass número 23, consigue finalizar en la undécima colocación dentro de la clase GTS y en la 35 ubicación de la general, sobre 60 máquinas participantes. Volviendo al TC, ese año volvería a conquistar el triunfo en el Autódromo Oscar Alfredo Gálvez y volvería a conquistar el podio tres veces. Estos resultados le permitirían cerrar el campeonato en la quinta colocación. Una de las instancias vividas en esta temporada, tuvo que ver con el desarrollo de la competencia especial de las “2 hs de Buenos Aires”, donde Morresi tendría la oportunidad de compartir la conducción de su unidad con Juan María Traverso, registrando como resultado final, el abandono de Morresi durante la segunda mitad de la competencia.

En 1994, ya con el 5 pintado en sus laterales, vuelve a renovar su pretensión de conquistar el título de TC, compitiendo en las dos primeras fechas, desarrolladas en el “Triángulo del Tuyú” y en el Autódromo Juan Manuel Fangio, obteniendo el segundo lugar en la segunda carrera.

En este mismo año, Morresi fallece como consecuencia de un brutal accidente sufrido en ocasión que disputaba el Gran Premio de La Plata del Turismo Carretera, en el circuito semipermanente de esa ciudad. El fatal desenlace se produjo a causa de haber pisado una mancha de aceite, lo que terminaría haciendo que el coche se saliera de pista y se estrellara violentamente contra un talud.

En su memoria, se levanta un Museo alegórico en la localidad de San Pedro, el cual fuera inaugurado el 16 de octubre de 1999. En él se exhiben sus trofeos, elementos usados durante su carrera deportiva y el último coche que utilizara, el cual fuera restaurado por amigos y seguidores.